Un grano no mola nada, y esto es una verdad universal. Además, suelen ser bastante inoportunos y aparecen cuando uno menos lo desea; algo así como una especie de conspiración contra una piel fetén.
Con frecuencia, el origen de este ‘colega’ no deseado está en nuestro estilo de vida la alimentación, el estrés o nervios que experimentamos en algunas ocasiones como épocas de mucho trabajo o preocupaciones de nuestra vida personal. Pero como dice el refrán, a grandes problemas… ¡grandes soluciones!
Aunque nos veamos tentados a ello, nunca jamás debemos meterle mano (no mezclemos conceptos). Sabemos que es cuanto menos tentador, pero solo estaremos empeorando la situación y estimulando la aparición de nuevos ‘coleguitas’. Puedes contagiar la infección a los poros de alrededor o empujarla hacia una capa más profunda de la piel; además de las marcas y cicatrices posteriores que esta práctica nada recomendable nos puede llegar a regalar.
Como sabemos que tienes dos dedos de frente y lo de reventarte granos no va contigo (¿verdad?), confía tu atractivo al producto que te ayudará a ganar la batalla a los granos y puntos negros:
El exfoliante facial de FETÉN. Además de exfoliar, al entrar en contacto con agua, genera espuma para realizar así una limpieza completa. Eliminas de una pieles muertas, exceso de grasa y suciedad.